
Si bien la NAC puede sintetizarse a través de la alimentación, incluir su suplementación es fundamental para el bienestar humano.

Profesionales de la salud han determinado las características que los productos a base de NAC deben seguir para poder proporcionar los mejores resultados.

Esta suplementación exógena debe tomarse de un modo preciso, a unas dosis estudiadas y en un momento adecuado para obtener lo mejor de ella.
Aunque la N-acetilcisteína se produce naturalmente en el cuerpo humano después de la acetilación del aminoácido l-cisteína, manteniendo niveles elevados durante las primeras décadas de la vida, con el tiempo, su inclusión en la nutrición diaria es prácticamente obligatoria.
Si bien la l-cisteína es un aminoácido no esencial producido por el cuerpo a partir de la metionina y serina que se obtienen de los alimentos, esta también puede encontrarse ya formada en distintos alimentos como la carne, los derivados de la soja, las semillas de girasol y los cereales integrales.
Además, para que la síntesis del precursor de la NAC se produzca con éxito, se necesitan otros nutrientes como la vitamina B12 y el ácido fólico para que funjan como coadyuvantes.
Dicho esto, las concentraciones de la NAC empiezan a disminuir progresivamente su presencia en los tejidos corporales, debido principalmente al proceso del envejecimiento, así como otras condiciones, tales como estrés continuo, tabaquismo y enfermedades crónicas, ameritando la suplementación exógena para contrarrestar sus niveles bajos.
La bibliografía indica que la inclusión de saludables niveles de este elemento en la nutrición diaria del ser humano puede desempeñar un papel protagónico en frenar la acción del estrés oxidativo y mejorar la conducta de ciertas enfermedades crónicas.
Cómo usarla y dosis recomendadas
La NAC tiene una biodisponibilidad regular, pero no se ve afectada por los alimentos, por lo que puede tomarse en cualquier momento del día. Aun así, los expertos recomiendan que sea durante las primeras horas después de levantarse y con abundante agua.
Lo mejor siempre será que utilice compuestos que tengan acción sinérgica con la NAC y que no la consuma sola.
Como se mencionó anteriormente, hay muchos efectos que se ven potenciados por la acción de la NAC en conjunto con otros suplementos, por lo que será mejor buscar composiciones que involucren a varios nutrientes.
El mejor modo de consumirlo es a través de cápsulas o comprimidos via oral, donde mantiene sus propiedades químicas, así como los efectos beneficiosos, permitiendo un rápido aprovechamiento del antioxidante.
Aunque está disponible, no es recomendable utilizarlo vía endovenosa, ya que se han demostrado varios efectos contraproducentes con esta vía de administración.
Demografía | Muestra | Marco de tiempo | Resultados | Dosis | Referencia |
Triatletas | 10 pacientes | 9 días | Aumento del rendimiento físico y de la regulación del estrés oxidativo. | 1200mg día | |
Pacientes con EPOC | 4000 pacientes | Media de 3 meses | Disminución y prevención de las exacerbaciones. | 1200mg día | |
Adultos entre 18 y 65 años | 40 pacientes | 16 semanas | Disminución de los síntomas de ansiedad. | 3000mg día | |
Pacientes psicóticos | 58 pacientes | 24 semanas | Aumento del rendimiento cognitivo y de la memoria. | 2000mg día |
¿Cómo potenciar el efecto de la NAC?
Hay varios suplementos específicos que parecen tener una sinergia especial con la NAC.
Debemos recordar que el mejor efecto de este antioxidante se va a apreciar cuando se combine con otras moléculas que tengan efectos positivos o que actúen potenciando sus propiedades directa o indirectamente.
> Coenzima Q10
El primero es la coenzima Q10, un antioxidante que produce efectos importantes sobre el crecimiento celular y el control del estrés oxidativo.
Con el uso de esta coenzima, se ha demostrado que hay alivio en los trastornos cardiovasculares (especialmente la insuficiencia cardiaca y la hipertensión), así como en la enfermedad de Parkinson, donde parece que evita la progresión de la enfermedad.
Tal como la NAC, es un antioxidante que tiene su efecto más importante en otras patologías, pero esto se debe a que su efecto se desempeña en otros sectores del cuerpo y a través de un mecanismo totalmente diferente al de la NAC.
> Cardo mariano
Además de la coenzima Q10, también tenemos al cardo mariano, una planta utilizada desde la antigüedad para tratar un gran número de afecciones.
Este recurso herbal contiene una molécula llamada silimarina, la cual actúa como un potente antioxidante, produciendo significativas concentraciones en el hígado.
Por esta razón, la función más importante del cardo mariano es como hepatoprotector, aunque también se habla de su capacidad antialérgica, antiinflamatoria y hemostática.
> Vitaminas y minerales
Por último, pero no menos importante, también están las vitaminas y minerales. Debemos destacar que la mayoría de las reacciones que suprimen el estrés oxidativo conllevan un uso de recursos importantes, los cuales debemos reponer.
Consumir vitaminas, en especial aquellas con un fuerte efecto antioxidante como la vitamina C, puede mejorar y potenciar el efecto de la NAC y, además, atacar otros sectores donde quizás esta no sea tan efectiva.
Contraindicaciones y posibles efectos secundarios
La NAC ha demostrado ser un producto eficaz y bastante seguro, por lo que es raro que se presenten efectos adversos. Aún así, es necesario recalcar que no todas las personas toleran bien los fármacos existentes en el mundo, por lo que podemos esperar lo mismo con la NAC.
Al inicio, prueba con dosis bajas para determinar su tolerancia. Si observa algún tipo de efecto adverso, especialmente gastrointestinales, suspenda su uso.
Es necesario mencionar que bajo otras vías de administración (inhalatoria o endovenosa), parece que la NAC tiene efectos adversos importantes.
Con la vía inhalatoria, puede presentar broncoespasmos cuya severidad dependerá si tiene alguna patología de base. Por otro lado, las complicaciones dermatológicas son las más frecuentes cuando se administra este suplemento vía endovenosa, especialmente en mujeres.
No está recomendado utilizar este suplemento durante el embarazo o la lactancia. No hay ningún estudio que demuestre que sea dañino; sin embargo, hay muy poca evidencia y muy pocos estudios abocados a comprobar su efecto sobre el embarazo. Por esta razón, lo más prudente es evitar su uso bajo este contexto.
Otras reacciones adversas menos frecuentes incluyen reacciones de hipersensibilidad leve (prurito, urticaria, rash, etc.), dolor abdominal, dolor de cabeza, vómito, náuseas y diarrea.
Por último, no se debe utilizar en conjunto con medicamentos antitusígenos y/o mucolíticos, ya que el efecto sinérgico puede exceder lo deseado, trayendo como resultado reacciones contraproducentes.
Aún así, vale la pena recordar que estos efectos adversos son muy raros y se deben a la alta sensibilidad que tengamos, más no a un efecto directo lesivo de la NAC. Por supuesto, las propiedades positivas de este antioxidante siempre serán mucho mayores que sus posibles efectos adversos.
Como lo hemos mencionado, consumir N-acetilcisteína parece ser una necesidad y nosotros lo sabemos.
Por eso, consideramos oportuno el consumo de un suplemento a base de NAC que no sólo cumpla con los requerimientos básicos según los mejores estudios científicos, sino que también posea otros nutrientes que potencien su efecto.
Ahora bien, si quieres beneficiarte plenamente de la NAC, deberás seguir siempre las recomendaciones que te mostramos, además de seguir las pautas indicadas por tu médico de confianza, para así poder mejorar tu función cardiovascular, regular tu sistema inmune y potenciar tu estado de salud en general.
Dicho esto, no queda más nada que decir. Así que, ¡dale a tu cuerpo lo que necesita! Este te lo va a agradecer. Comparte. Gracias de antemano.