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La enfermedad de Crohn es multifactorial, es decir que muchas causas convergen para originarla. Es un problema del sistema inmunológico, pero la flora bacteriana y la genética también juegan un papel importante
Podemos prevenirla con algunas modificaciones del estilo de vida como dejar el consumo del tabaco, y otras dietéticas como lo es consumir más fibra
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Existen enfermedades que podemos evitar con un buen estilo de vida y manteniéndonos saludables. Otras son más difíciles de prevenir porque son causadas por factores genéticos que nos predisponen a la enfermedad. Sin embargo, la ciencia ha avanzado en su conocimiento de las enfermedades, y cuando sabemos las causas y los factores de riesgo, también podemos hacer planes o modificaciones para evitarlas.
En el caso de la Enfermedad de Crohn, está caracterizada principalmente por dolor abdominal y diarrea. También puede causar pérdida de peso, fatiga, úlceras bucales, o incluso fístulas y perforaciones intestinales en los casos más graves.
Si has visto de primera mano lo molesta que es esta enfermedad en algún familiar o amigo y deseas evitar que te ocurra lo mismo, este artículo es para ti. Exploraremos las causas de la enfermedad de Crohn para tener una base de donde partir. Luego te daremos algunas recomendaciones que, según varios estudios, pueden reducir la incidencia de la enfermedad.
Causas por las que se produce la enfermedad de Crohn
A pesar de los intentos por conocer los mecanismos exactos de la enfermedad de Crohn, todavía no se conocen totalmente.
Se tiene indicio, pero no completa certeza, y es por eso que la terapéutica es sintomática y preventiva, disminuyendo y evitando los síntomas sin curar la enfermedad de base.
Se tienen diferentes teorías acerca de las causas de la enfermedad de Crohn.
Una de las más aceptadas dicta que esta enfermedad ocurre cuando el organismo desarrolla defensas hacia bacterias comensales de los intestinos.
Las bacterias comensales forman parte de la flora normal y no causan ninguna enfermedad. Sin embargo, el sistema inmunológico inicia una respuesta agresiva mediante las células T, un tipo de célula inmune que secreta diferentes sustancias inflamatorias.
Al ser una enfermedad gastrointestinal, también es posible que la activación del sistema inmune venga dada por antígenos de los alimentos y sustancias ambientales.
En muchos casos, una infección gastrointestinal puede ser el punto de partida de la enfermedad, sobre todo en quienes tienen predisposición genética.
Aunque la genética no es determinante, juega un papel muy importante y quienes tienen familiares con enfermedad de Crohn tienen una mayor posibilidad de padecerla también. Es por ello que se le denomina a este factor un riesgo no modificable.
Sin embargo, la enfermedad de Crohn es una entidad clínica multifactorial. Eso significa que muchas causas contribuyen en el desarrollo de la patología. Afortunadamente, hay muchas de esas causas que son factores de riesgo modificables, lo que quiere decir que podemos hacer algo al respecto.
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Cómo prevenir la enfermedad de Crohn (basado en ciencia)
La prevención es la más importante de las medicinas, y muchos familiares de pacientes con enfermedad de Crohn han decidido utilizar todas las opciones a su disposición para evitar este problema.
Los factores de riesgo modificables más importantes son los siguientes:
– Uso del tabaco: Una de los primeros factores de riesgo estudiados en la enfermedad de Crohn es el uso de tabaco. Se ha demostrado que puede duplicar el riesgo de padecer esta enfermedad, y aun si los pacientes dejan de fumar, el riesgo permanece duplicado por varios años. El humo del cigarrillo tiene varios factores pro-inflamatorios, así como antígenos varios y sustancias que pueden alterar al sistema inmune.
– Proteína de origen animal: A diferencia de la proteína de origen vegetal, la de origen animal tiene mayor cantidad de antígenos y es más probable que inicien procesos inflamatorios. Es por eso que se restringe el consumo de carnes en pacientes con alergias. De la misma manera, la proteína de origen animal puede iniciar un proceso inflamatorio intestinal y desencadenar la enfermedad de Crohn.
– Uso de analgésicos y anticonceptivos: El uso excesivo de analgésicos no solamente aumenta el riesgo de úlceras en el tracto gastrointestinal. También predispone a los pacientes a enfermedades inflamatorias intestinales ya que crea una disrupción en la barrera intestinal. Esta barrera es necesaria para mantener una separación entre la flora intestinal y el torrente sanguíneo. Cuando se debilita, aumenta el contacto entre células del sistema inmune y antígenos intestinales, con lo que se puede desencadenar una enfermedad de Crohn.
– Estrés, ansiedad, depresión: La depresión, la ansiedad y el estrés aumentan la incidencia de enfermedades inflamatorias crónicas. Se ha determinado una relación muy estrecha entre los problemas emocionales con la inflamación y las disfunciones del sistema inmune. En otras palabras, estos desórdenes psicológicos o psiquiátricos pueden desencadenar la inflamación, problemas autoinmunes, y diferentes afecciones, entre ellas la enfermedad de Crohn.
De igual forma, existen algunos factores que se ha demostrado reiteradamente que disminuyen el riesgo de enfermedad de Crohn.
Los más importantes son dos:
> Consumo de fibra dietética: Tal como hablaremos en detalle en otras secciones de este artículo, se ha demostrado que la fibra dietética mejora el tránsito intestinal y disminuye la incidencia de varias enfermedades digestivas como el cáncer de colon y la enfermedad de Crohn.
> Consumo de vitamina D: Más allá de ser un aliado para la absorción del calcio, la vitamina D tiene un rol muy bien establecido en la función inmune. Como veremos a detalle en la sección de nutrición para la enfermedad de Crohn, la vitamina D es capaz de regular la función de las células T, las cuales están directamente relacionadas con la patogénesis de la enfermedad de Crohn.
Por tanto, la prevención de la enfermedad de Crohn se hace más sencilla si conocemos los factores desencadenantes y los que pueden retrasar el curso de la enfermedad.
Más allá de eso, un entendimiento claro de lo que es la enfermedad y cómo se desencadena nos ayudará a adoptar un estilo de vida más saludable que contribuya a evitar este problema de salud.
En ese sentido, aunque aún existen muchos aspectos que no conocemos sobre la enfermedad de Crohn, tenemos suficiente información de los más importantes y podemos hacer algo al respecto:
> Es una enfermedad del sistema gastrointestinal: Al ser una enfermedad gastrointestinal, la enfermedad de Crohn está muy relacionada con nuestra dieta y nuestros hábitos alimenticios. De esta forma, un enfoque de nutrición adecuada puede ser una de las herramientas preventivas y terapéuticas más poderosas para evitar los síntomas y las graves consecuencias de esta enfermedad.
> Es una enfermedad inflamatoria: En asociación estrecha con la dieta, conocer el componente inflamatorio de la enfermedad de Crohn es de utilidad para diseñar una estrategia antiinflamatoria de la mano con la nutrición y la suplementación adecuada. Los antiinflamatorios no esteroideos están entre los medicamentos que pueden desencadenar la enfermedad de Crohn, de modo que un enfoque antiinflamatorio natural es el más apropiado para estos pacientes.
> Está asociada con el sistema inmune: El componente antiinflamatorio de la enfermedad de Crohn va de la mano con una alteración en el sistema inmune. Por lo tanto, tanto en la estrategia dietética como en la vida diaria buscaremos evitar la activación del sistema inmune, los alimentos y situaciones ambientales que desencadenen eventos alérgicos, así como los antígenos comúnmente asociados a alergias alimentarias.
> La flora intestinal puede ser un desencadenante: Al conocer que uno de los factores desencadenantes es la flora intestinal, será prudente investigar cuáles cepas son las más apropiadas para el tratamiento natural de esta enfermedad y buscar alimentos y suplementación dirigida a estas especies beneficiosas.
La combinación adecuada de bacterias intestinales terminará de contribuir con la dieta y el estilo de vida para disminuir el riesgo de padecer de esta enfermedad y controlar los síntomas de los pacientes que ya han sido diagnosticados.
Como podrás darte cuenta, este enfoque racional puede ser aplicado en dos variantes diferentes: la prevención y el tratamiento natural de la enfermedad.
Sin embargo, cada caso es particular, a veces muy distinto incluso a otros parientes cercanos. Por eso, si en tu caso has sido diagnosticado con esta enfermedad, asegúrate de consultar con tu médico para tomar de esa forma las mejores decisiones, dirigidas a tu caso, tus síntomas, y tu patrón de enfermedad.