El agua de avena es muy conocida en todo el mundo por ser una bebida refrescante, pero también nutritiva por sus múltiples beneficios para la salud.
Elaborando esta preparación, muchas personas consuman avena, un cereal que ha sido tomado muy en cuenta de parte de la ciencia por su inclusión en una gran cantidad de dietas saludables.
Esta se prepara mezclando avena en suficiente agua hirviendo y dejando en remojo por unos 30 minutos. Si se desea, se puede filtrar, consiguiendo un agua de avena propiamente dicha, o también se puede consumir así.
Beneficios del agua de avena para la salud
Principalmente, los beneficios que trae consigo el agua de avena provienen de la gran cantidad de fibra dietética incluida en su conformación.
Esto hace que la avena sea muy buena para las personas que se beneficien de un alto consumo de fibra, tales como pacientes hipertensos, con hipercolesterolemia, con problemas metabólicos, con un tránsito intestinal alterado, entre otros.
Pero los beneficios de la avena no se quedan hasta ahí, ya que tiene diversos componentes antioxidantes que servirían de apoyo para todo el organismo y no solo para unos pocos órganos y sistemas.
Quizás te interese: Ayuno intermitente para ganar masa muscular
Agua de avena para adelgazar
Debido a que esta preparación posee altos niveles de fibra dietética, especialmente si la hojuela de avena que se usa para prepararla es completa, el agua de avena sirve para bajar de peso por su mayor efecto saciante durante su consumo. Además, mejorando diversos parámetros a nivel metabólico, así como el tránsito intestinal, el agua de avena permitiría un adelgazamiento más saludable.
Agua de avena para la piel
Como bien se mencionó anteriormente, la avena no solo se usa para perder peso o mejorar el perfil metabólico de los pacientes, sino que, gracias a múltiples compuestos que tiene en su interior, posee propiedades antiinflamatorias y antioxidantes beneficiosas para la piel, por ejemplo.
Si bien es el aceite de avena el que se ha usado en múltiples estudios para el tratamiento de varias condiciones dermatológicas, tales como eritemas, erupciones, prurito y eczema, el agua de avena también suele utilizarse, aprovechando estas mismas propiedades, para desinflamar y mejorar el efecto de barrera que produce la piel naturalmente.
Agua de avena para el colesterol
La avena, a través de su buen contenido en fibra, es capaz de beneficiar a aquellas personas que sufren de hipercolesterolemia, o bien niveles de colesterol altos. La fibra que contiene actúa de varias maneras en favor del descenso de estos niveles.
Cuando la fibra llega al intestino, esta impide parcialmente que la bilis expulsada desde la vesícula biliar emulsione las grasas provenientes de la comida, lo que disminuiría la absorción de las mismas hacia el torrente sanguíneo y ayudaría a disminuir dichos niveles.
Además, parte de esta fibra también terminará siendo alimento de la microbiota intestinal, la cual también ha sido relacionada con niveles más bajos de colesterol.
Pero el agua de avena no solo mejora este parámetro, sino que también ayudaría a controlar los niveles de azúcar en sangre.
La fibra hace que los carbohidratos presentes en la comida no se digieran y metabolicen tan rápidamente, lo que inhibiría la presencia de picos altos de glicemia, haciendo que el páncreas trabaje menos y produzca insulina de forma más estable.
Agua de avena para el estreñimiento
También gracias a su contenido en fibra, el agua de avena ayudaría a regularizar el tránsito intestinal y hacer del hábito evacuatorio uno más frecuente.
La avena posee tanto fibra soluble, capaz de desinflamar y alimentar a la microbiota intestinal beneficiosa, como fibra insoluble, la encargada de aumentar el volumen de las heces y acelerar su paso por el colon.
Agua de avena para el cabello
Por último, y al igual que en la piel, esta preparación también se aplica en el cabello para aprovechar todos sus compuestos naturales antiinflamatorios y antioxidantes, así como también las vitaminas y minerales que posee.
De esta manera, se usaría para suavizar, hidratar y recuperar el cabello dañado por el ambiente externo, mejorando así su capacidad de crecimiento.